Ahorrador inconsciente vs. Inversor consciente
En esta entrada vamos a ver por qué solamente ahorrar sin invertir es un acto con consecuencias negativas. Por otro lado, descubriremos 5 pasos para convertirnos en inversores conscientes.
El ahorrador inconsciente
La mayoría de personas sin formación financiera se dedican, en el peor de los casos, a gastar todo su dinero en consumo emocional y, en el mejor de los casos, a ser buenos ahorradores. Sin embargo, el sistema monetario actual está diseñado para ser cada vez más inflacionario, por lo que cada día nuestro dinero pierde más valor. Por lo tanto, ahorrar, hoy en día, es un acto inconsciente, ya que significa estar perdiendo dinero constantemente.
El inversor consciente
Ante la inflación y los impuestos cada vez más desmesurados, muchas personas toman cursos de inversión para poder sacar rentabilidad a su dinero. Son conscientes de que, hoy en día, saber invertir no es una opción, sino una necesidad para gozar de una salud financiera fuerte y estable. Investigan diferentes sectores de inversión y se forman constantemente para reducir los riesgos. Saben que invirtiendo pueden perder dinero, pero son conscientes de que ahorrando seguro van a perderlo.
Descubre nuestro Máster de Inversión Consciente
5 pasos para convertirte en inversor consciente
-
Toma responsabilidad de tus finanzas
La clave está en empezar a autopercibirte como el dueño y responsable de tu futuro financiero y tu jubilación, dejando de delegar tu retiro al sistema de pensiones del Estado, el cual se encuentra en una quiebra absoluta. Asumir que no vas a tener pensión (o que va a ser irrisoria) es doloroso al principio, pero te ahorrará muchos problemas en el futuro.
-
Aprende a administrar tu dinero
Crear un sistema de administración de tu dinero es algo fundamental para tener la posibilidad de invertir de manera sana. Esto te permite tener mayor consciencia sobre tu estado económico, saber en qué estás gastando y evitar el consumo emocional, lo que te permitirá acumular más dinero que podrás destinar a la inversión. Lo ideal es asignar automáticamente un tanto por ciento de tus ingresos para este fin.
-
Aprende la psicología del inversor
Como en todos los aspectos de nuestra vida, la gestión de los pensamientos y emociones nos puede ayudar a obtener mejores resultados. En el caso de la inversión, muchas personas padecen principalmente de miedo y avaricia, dos emociones que nos llevan a tomar malas decisiones. Si aprendemos a entender y dirigir nuestro estado mental, podremos cultivar la calma y la paciencia, dos cualidades esenciales del inversor consciente.
-
Establece los objetivos de la inversión
Antes de todo, debes calcular el capital que tienes disponible para invertir. Muchos expertos recomiendan que sea dinero que no vayas a necesitar en los próximos 18 meses. Cuando sepamos el capital disponible, deberemos establecer los objetivos que deseamos alcanzar, haciéndonos la pregunta “¿Para qué quiero invertir?”. Cuando tengamos muy clara nuestra intención, podremos diseñar la estrategia.
-
No inviertas en lo que no entiendes
En el mercado hay una infinidad de opciones de inversión, cada una más “tentadora” que la anterior. Sin embargo, para evitarnos grandes problemas, antes de meter nuestro dinero en algún sector es fundamental tener una formación mínima en dicha área de inversión. Esto nos permitirá analizar mejor las circunstancias y actuará como un cortafuegos cuando nos invadan el miedo y la avaricia.