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10 claves para mejorar tu situación económica

11 julio 2022

Muchos de nosotros nos sentimos culpables o indignos porque no conseguimos los resultados económicos que deseamos. Sin embargo, esto es normal en una sociedad en la que la inteligencia financiera no forma parte de la educación. Por tanto, es importante que dejes de pensar negativamente sobre ti mismo y empieces a sentirte orgulloso, porque estás buscando respuestas para mejorar tu situación económica y, probablemente, la de tu familia.

Una vez aclarado este punto, vamos a compartir 10 claves que te ayudarán a mejorar tu situación económica y saber cómo apalancar tu economía personal. Solo que consigas aplicar algunas de ellas, tu salud financiera se verá reforzada, así como la confianza en ti mismo en relación a tu economía personal

¿Cómo mejorar tu situación económica?

  • Toma consciencia de tus gastos hormiga

Al contrario de lo que creemos comúnmente, son los pequeños gastos repetidos en el tiempo los que afectan más negativamente a nuestras finanzas personales. Por esto, es muy importante llevar un control de tus gastos mensuales, tanto los fijos como, sobre todo, los variables. Este ejercicio te ayudará a tomar consciencia de las vías de escape de tu dinero, pudiendo llegar a la conclusión de que estás gastando demasiado en cosas innecesarias. Puedes usar herramientas como Microsoft Excel para anotar tus gastos en diferentes categorías. 

  • Utiliza el preahorro

Los mayores expertos en inteligencia financiera nos dan un consejo común: págate a ti primero antes que a los demás. Aquí es donde entra la técnica del preahorro, que consiste en automatizar una cantidad determinada de dinero para ahorrar cada mes. Es decir, en lugar de ir gastando tu dinero y estar a la expectativa de si conseguirás ahorrar algo, hazlo al revés. En el momento de recibir tu nómina, retira inmediatamente la cantidad de dinero que quieras ahorrar a otra cuenta, y comprométete contigo mismo a gastar únicamente el dinero que te quede disponible.

  • Administra tu dinero

Aparte del ahorro, también es importante que dividamos nuestros ingresos en diferentes categorías. Por ejemplo, el autor de Los secretos de la mente millonaria, T. Harv Eker, nos recomienda destinar el 55% de los ingresos a necesidades básicas (esto puede variar mucho dependiendo de cada persona), 10% en ahorro que no tocaremos a no ser que tengamos una emergencia, 10% para invertir en nosotros mismos a nivel personal o profesional, 10% para inversiones a largo plazo, otro 10% para gastar en ocio o diversión y, por último, un 5% en donativos. 

El dinero dedicado a darte caprichos tiene como objetivo darte un premio por seguir este sistema de administración del dinero, a la vez que conoces tu límite de gastos mensuales en este aspecto, por lo que reduces la influencia del consumo emocional y de los gastos hormiga. Por otro lado, el 5% de donaciones nos ayudará a sentirnos más abundantes y generosos con los demás, percibiéndonos a nosotros mismos como merecedores de más prosperidad.

Administrar tu dinero es crucial para mejorar tu situación económica. En palabras del mismo T. Harv Eker: “En cuanto a los que arguyen la razón siguiente: «No tengo suficiente dinero que administrar», están mirando por el extremo equivocado del telescopio; más que decir: «cuando me sobre el dinero comenzaré a administrarlo», la realidad es: «Cuando comience administrarlo me sobrará el dinero».

  • Busca nuevas fuentes de ingresos

En el sistema educativo convencional y en la sociedad en general hemos absorbido la idea de que un empleo es la única manera de generar ingresos. Sin embargo, si lo pensamos bien, tener una única fuente de ingresos es algo bastante peligroso. Es verdad que un salario tiene muchas ventajas, pero es importante que, para ganar en seguridad y riqueza, también busquemos generar dinero de maneras alternativas. 

Algunos ejemplos pueden ser la inversión, crear un pequeño negocio, escribir un libro, el marketing de afiliados, monetizar un canal de Youtube, invertir en bienes inmuebles… En definitiva, algo a lo que puedas dedicarte en tu tiempo libre y, si puede ser, que tenga que ver con tus talentos, pasiones y motivaciones profundas.

Debido a que el tiempo es limitado, la clave está en generar ingresos pasivos. Es decir, aquellos ingresos que, una vez construidos, trabajan para nosotros casi automáticamente. Por ejemplo, comprar un piso requiere su esfuerzo, pero una vez es de nuestra propiedad y lo alquilamos, recibimos ingresos recurrentes sin tener que hacer un trabajo activo en el día a día.

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  • No te endeudes fácilmente

No nos engañemos. La deuda es una manera de hipotecarte a ti mismo en el futuro. Y, debido a que no sabes qué te depara el futuro, en realidad no hay ninguna seguridad de que podrás pagar dicha deuda. Por tanto, lo más recomendable es que te endeudes lo mínimo posible y, si ya tienes deudas, que crees un plan de acción para poder liquidarlas lo antes posible.

  • Cambia tu vocabulario y tu mentalidad

Las palabras que te dices a ti mismo tienen más poder del que piensas. Y sí, lo que piensas y dices tiene una influencia enorme en tu economía personal. Así pues, para mejorar tu situación económica, empieza por utilizar el pensamiento creativo. Es decir, deja de pensar tanto en tus problemas actuales y empieza a hacerlo en tu objetivo deseado. En lugar de que la realidad determine tu manera de pensar, decide los pensamientos que te empoderan para crear la realidad deseada. No te estoy planteando que huyas de los problemas, sino que empieces a prestar más atención y energía a tu capacidad de crear el futuro que deseas. 

En esta línea, te ayudará mucho leer libros sobre educación financiera y sumergirte en el mundo de las finanzas personales a través de artículos, vídeos, podcasts, etc. Todos estos contenidos te ayudarán a renovar tu mentalidad y a ver oportunidades donde antes no veías nada. Recuerda siempre que la información que manejas en tu mente es la que acaba dominando tu comportamiento y, por tanto, los resultados que cosechas en la realidad.

  • Ten un plan a largo plazo

Uno de los grandes errores que cometemos a la hora de mejorar nuestra situación económica es pensar solo en el corto plazo. Es decir, estamos tan centrados en el árbol que nos cuesta ver el bosque completo. Tener un objetivo financiero para los próximos 5, 10, 20 o incluso 40 años nos permite pensar en grande y visualizar el estado deseado. Una vez tengas clara tu dirección, traza un plan con fechas específicas, y pasa a la acción sin excusas. Pensando en grande y actuando con humildad, paso a paso, es como puedes conseguir el éxito financiero que estás buscando.

Además, marcarte metas importantes seguramente te va a motivar más que mejorar un poco tu situación económica. Aunque sea muy tópico, si apuntamos muy alto a lo mejor no llegaremos a nuestro ansiado destino, pero nos quedaremos mucho más cerca que si nunca nos hubiéramos marcado ese objetivo. Además, las grandes metas nos obligarán a crecer personalmente, lo que nos convertirá en personas con más recursos en todas las facetas de nuestra vida. 

  • Desarrolla tu inteligencia emocional

Un factor muy importante para mejorar tu situación económica es tu inteligencia emocional. “¿Y qué tienen que ver las emociones con mi economía?”, te puedes estar preguntando. Pues tienen todo que ver, ya que si no sabes regular tus emociones, estas te van a dominar a la hora de tomar decisiones financieras. Sin autocontrol ni disciplina bien desarrolladas, el consumo emocional (aquél que llevamos a cabo de forma irracional) se apodera fácilmente de nosotros. 

En este punto también entran a colación el miedo al error y al fracaso. Desde pequeños se nos enseña a temer al error, pero esto está muy equivocado. Si no nos damos la libertad de probar y fallar (siempre, eso sí, con riesgos calculados) nunca aprenderemos ni evolucionaremos en nuestra economía personal. Por tanto, es fundamental desarrollar la resiliencia, es decir, la capacidad de gestionar la adversidad y crecer a través de ella.

  •  Deja de intentar aparentar ante los demás

Los gurús financieros nos lo dicen bien claro: “Ten peor coche que tu vecino”. Y es que nos pasamos la vida buscando ganar dinero que no necesitamos para tratar de impresionar a gente a la que no le importamos. ¿Es que a lo mejor nos sentimos tan vacíos por dentro que buscamos llenarnos con dinero y aprobación social? Si lo piensas bien, nunca puedes ganar en el juego de compararte con los demás. Si igualas el coche de tu vecino, después él se lo renueva y ya vuelves a estar en las mismas. O te empiezas a fijar en la gente que sigue teniendo un mejor coche que tú.

Todo ello tiene que ver con nuestro grado de autoconocimiento como seres humanos que, por supuesto, también afecta a nuestra realidad económica. Vivir con miedo, necesidad, apego a las posesiones materiales y aparentando ante los demás significa que aún no hemos descubierto quiénes somos en realidad, y por eso alimentamos nuestra falsa identidad o ego. No obstante, el ego es como un agujero negro: cuanto más acumula, más grande se hace; y cuanto más grande se hace, más quiere acumular.

En conclusión, para mejorar tu situación económica es clave que sanes la relación contigo mismo para darte cuenta de dos cosas importantes. En primer lugar, que dejes de basar tu felicidad en tu grado de riqueza y, en segundo lugar, que dejes de gastar tus recursos en posesiones que no mejoran tu economía sino que solo buscan impresionar a los demás. Precisamente, al estar mejor con ti mismo y tener un plan de acción claro, la mejora de tu situación económica surgirá de manera más fluida. 

  •  Genera abundancia dentro de ti

Para mejorar tu situación económica es importante que comprendas que la abundancia nace de dentro hacia fuera y no al revés. Cuando nuestra vida no tiene ningún sentido y nos dedicamos a un trabajo que no haríamos por nada del mundo si no tuviéramos que sobrevivir, paulatinamente nos vamos marchitando por dentro, sintiéndonos cada vez menos capaces y más escasos. En consecuencia, debido a que el dinero también es un reflejo de nuestro estado interior, cada vez somos más proclives a tener problemas económicos.

Esto no quiere decir que dejes tu ocupación actual, pero sí que empieces a abrirte a la posibilidad de estudiar algo que te guste, probar cosas nuevas, confiar en ti mismo y potenciar ese hobbie que puede convertirse en tu nueva profesión. Cuando uno hace lo que ama, disfruta y se siente útil para la vida de los demás, se empieza a sentir pleno, completo y abundante por dentro. De esta manera, la riqueza (ya sea en forma de dinero o lo que sea) es inevitable que acabe llegando a nosotros. 

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