Cómo transformar el estrés y la ansiedad
El estrés y la ansiedad cada vez están más presentes en nuestra sociedad debido al estilo de vida frenético que llevamos y a la presión a la que estamos sometidos en todas las áreas de nuestra vida. Sin embargo, podemos aprender a ser resilientes y, por tanto, a transformar el estrés y la ansiedad en emociones y sensaciones mucho más positivas.
¿Cuál es la diferencia entre estrés y ansiedad?
Es normal que a veces el estrés y la ansiedad se usen como sinónimos, ya que tienen síntomas similares. Aunque, en realidad, no son lo mismo, y debemos aprender a observar las diferencias porque el estrés y la ansiedad se pueden tratar de diferentes maneras.
Estrés y ansiedad adaptativos
Todas las sensaciones que los seres humanos experimentamos tienen su razón de ser, y el estrés y la ansiedad no son una excepción. Es decir, que en ocasiones son respuestas adaptativas que nos ayudan a solucionar ciertos problemas.
“Sin embargo, en la mayoría de casos el estrés y la ansiedad permanecen mucho tiempo con nosotros, cronificándose y causando graves problemas en nuestra salud mental, emocional y física.”
El sentido del estrés y la ansiedad es que nos ayudan a sobrevivir ante situaciones hostiles. El estrés es una respuesta rápida que nos ayuda a luchar o huir, mientras que la ansiedad nos ayuda a anticipar los posibles peligros para poder aplicar una mejor estrategia.
Los ancestros de la especie humana que se estresaban y tenían ansiedad (siempre en niveles adaptativos) consiguieron sobrevivir por encima de aquellos que eran más despreocupados y temerarios. Por eso, nosotros, descendientes de los supervivientes, tenemos tendencia a caer en las garras del estrés y la ansiedad.
No habrá ningún problema siempre y cuando gocemos de consciencia, autoconocimiento e inteligencia emocional para saber gestionar correctamente estas emociones inevitables en nuestra vida.
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Diferencias entre estrés y ansiedad
Mientras que la ansiedad tiene que ver con una reacción de alerta, miedo y preocupación por una situación poco concreta, el estrés consiste en que nos auto percibimos con recursos insuficientes para afrontar una situación concreta.
Por ejemplo, un examen nos puede provocar estrés si creemos que no hemos estudiado lo suficiente para aprobar o conseguir la nota que necesitamos. No obstante, una vez acabamos el examen el estrés habrá pasado.
En cambio, los pensamientos que dedicaremos al examen una vez éste ya ha terminado, que nos harán plantearnos si hemos aprobado o no, así como las consecuencias negativas de que no consigamos la nota nos pueden provocar ansiedad.
“El estrés es más dependiente de un estímulo concreto, externo y “real”, mientras que la ansiedad es más mental y emocional, interpretativa, anticipatoria e imaginativa. “
Aunque la ansiedad suele ser un síntoma de haber pasado por una situación estresante, a la vez la ansiedad puede prolongar el estrés de forma “artificial”, a través de los pensamientos.
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¿Cuáles son los principales indicadores de estrés y ansiedad?
Indicadores de estrés
El estrés se muestra de cuatro formas principales: síntomas emocionales, físicos, conductuales y cognitivos.
Emocionalmente, se suele sentir frustración, ira, depresión, ansiedad, impaciencia, angustia y estados de pánico.
Físicamente, se notan trastornos en el sueño, fatiga, molestias gastrointestinales, temblor en extremidades o respiración agitada.
Conductualmente, en el consumo de sustancias adictivas, la sobreingesta de alimentos o, por el contrario, la pérdida de apetito, el bruxismo o la aparición de tics.
Por último, cognitivamente se pierde concentración, memoria y sentido del humor, entre otros.
Indicadores de ansiedad
Por su lado, la ansiedad nos puede provocar sensación de nerviosismo, agitación o tensión, así como una sensación asfixiante de peligro inminente. Se sufre de incapacidad para controlar las preocupaciones y de un miedo irracional para huir de situaciones que generan ansiedad.
“Aunque su origen es principalmente mental, por el efecto psicosomático se traduce en el cuerpo”
Físicamente, podemos notar un aumento del ritmo cardíaco, sudoración, hiperventilación, cansancio o temblores. También ocasiona problemas gastrointestinales o problemas de insomnio.
5 claves para lidiar con el estrés y la ansiedad
A continuación vas a descubrir 5 claves para empezar a liberarte del estrés y la ansiedad en tu día a día. Algunos son ejemplos de hábitos físicos mientras que otros tienen que ver con tu mentalidad y la capacidad de tomar el control de tu estado psicológico.
Busca ejercicios físicos que te gusten
Cuando conectamos con el cuerpo y hacemos deporte liberamos endorfinas que reducen nuestra sensación de estrés y ansiedad. Si, además, encuentras un deporte que te guste y te haga vivir en el momento presente, mejor que mejor. Si es algo en equipo o en grupo te verás obligado a practicarlo más a menudo. Utiliza el compromiso social a tu favor.
Disminuye el consumo de cafeína
Pese a estar tan extendida en nuestra sociedad, la cafeína nos puede llegar a provocar ansiedad. Puede ser que, al estar tan acostumbrados a consumirla, no veamos la relación entre lo uno y lo otro. Si queremos reducir nuestra sensación de estrés y ansiedad, podemos empezar disminuyendo o eliminando la ingesta de esta sustancia.
Acepta lo peor posible
Aunque nos parezca contraintuitivo, un gran ejercicio para disminuir el estrés y la ansiedad cuando hay algo que nos preocupa es imaginar lo peor que podría pasar y aceptarlo plenamente, rendirse a ello. Gracias a esto, se produce una liberación psicológica que nos permite encontrar mejores soluciones al asunto y ocuparnos de verdad en ello.
“La aceptación es el medio para recuperar el equilibrio mental y, a partir de aquí, tomar decisiones más racionales y acertadas”
Descansa (de verdad)
Ya se sabe que la falta de sueño puede provocar un aumento en los niveles de estrés y ansiedad. Y es que al dormir nuestro cuerpo regula los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Tómate en serio el descanso cuando estés estresado, durmiendo bien y profundamente. Mirar una serie de Netflix o algo que te distraiga no significa descansar bien. Intentas compensar el cortisol con dopamina, y esto no es sostenible.
Obtén todos los datos
Hay algo muy claro: el conocimiento nos ayuda a aumentar nuestra capacidad de acción.
Si aumentamos nuestra capacidad de acción, aumenta nuestra seguridad.
Si aumenta nuestra seguridad, disminuyen los niveles de estrés y ansiedad.
Por tanto, la clave está en aumentar nuestro conocimiento o nivel de consciencia y comprensión en relación a la situación que nos genera estrés o ansiedad. Para conseguirlo, vamos a seguir los siguientes pasos:
- Describimos por escrito aquello que nos genera estrés de la manera más imparcial posible, como si fuéramos una tercera persona. Esto te ayudará a clarificar y estarás más tranquilo.
- Analizamos el problema y escribimos diferentes posibilidades para afrontar la situación que nos está generando malestar.
- Decidimos cuál de las posibilidades es la que mejor nos sirve para solucionar la situación y acabar con la ansiedad.
- Ponemos en práctica esa acción inmediatamente o le ponemos fecha y hora para su ejecución.
Si te interesa comprender de donde viene tu estrés y ansiedad y cómo puedes mejorar la relación contigo mismo, en Kuestiona contamos con el Máster Mayeutik Coaching, un proceso de autoconocimiento integral y completo.