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Alimentación condicionada vs Alimentación consciente

25 abril 2022

En esta entrada vas a descubrir las principales diferencias entre una alimentación condicionada (basada en las creencias imperantes en tu entorno social) y una alimentación consciente (fundamentada en el autoconocimiento y la ciencia). Por último, a través de 5 claves, podrás acercarte a tu propio modelo de alimentación consciente.

 

La alimentación condicionada

Usualmente no somos nosotros quien elegimos consciente, voluntaria y deliberadamente los alimentos que ingerimos en nuestro día a día. Más bien consumimos aquello a lo que estamos acostumbrados desde que somos pequeños y que vemos en la propaganda de la industria alimentaria, la cual se encarga de normalizar la alimentación insana. Prueba de ello es que la persona que se cuida muchas veces es ridiculizada y objeto de burla por parte de su entorno social. 

 

La alimentación consciente 

La alimentación consciente nos invita a ingerir alimentos que no solo tienen un buen sabor, sino que también nos aportan nutrientes y energía para sentirnos bien a nivel mental, emocional y físico. Esto pasa por dejar de escuchar a nuestra mente, llena de condicionamientos, y empezar a atender las necesidades de nuestro cuerpo. Entonces nos damos cuenta de que alimentarnos saludablemente no es ningún sacrificio, sino un acto de amor propio

 

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5 claves para cultivar la alimentación consciente

  • Toma consciencia del hambre emocional

Cuando nos sentimos abatidos o bajos anímicamente por alguna razón, tenemos tendencia a comer más para tapar nuestras emociones desagradables. Además, nuestro cerebro nos pide comida hipercalórica ya que es la que nos proporciona una gratificación muy rápida. Para reconocer si tu hambre es emocional o física, basta con preguntarte: ¿me comería una manzana? Si sientes que sí, es que tienes hambre de verdad. Si no, es que tu hambre es emocional.

  • Practica el mindfoodness

El mindfoodness es el mindfulness o atención plena aplicados a la alimentación. Implica que pongamos toda nuestra consciencia al acto de la comida. Usualmente, disfrutamos del primer o segundo bocado, pero después desviamos la atención hacia fuera (móvil, televisión…) o hacia los pensamientos que surgen en la mente. La alimentación consciente nos invita a estar plenamente presentes mientras comemos, lo que nos permite gozar más de este gran placer y tener mejores digestiones.

  • Recuerda hacia dónde te lleva la alimentación condicionada

Pese a que los efectos de una mala alimentación no se notan de un día para otro, con el paso del tiempo desembocan en problemas como la obesidad, el sobrepeso o las enfermedades del corazón, entre muchos otros. Nuestro cerebro está programado para subestimar los riesgos de nuestras acciones en el medio y largo plazo, y por eso ser conscientes de los perjuicios futuros nos ayuda a tomar mejores decisiones en el presente.

  • Rompe la creencia de que comer sano es un sacrificio

Comer saludable es un hábito, pero para construirlo nos lo tenemos que poner lo más fácil posible. Y esto se consigue disfrutando del proceso de implementar dicho hábito. Por lo tanto, dedica tiempo a encontrar la manera de satisfacer tu paladar mientras cuidas tu estómago. Hoy en día, a golpe de click,  puedes aprender muchísimas recetas extremadamente sabrosas que, además, son muy sanas para tu organismo. 

  • Cocina más y mejor

En muchas ocasiones, nos alimentamos de manera inconsciente porque estamos muy desconectados del origen de nuestra comida. Si nosotros mismos participamos en el proceso de elaboración de nuestros platos estaremos añadiendo consciencia e intención en ellos. Esto nos hará valorar más nuestros alimentos a la hora de ingerirlos, así como ser conscientes de los ingredientes que consumimos.

 

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